miércoles, 4 de abril de 2012

BAFICI 2011: Eep!, de Ellen Smith

EL NIDO VACÍO

Eep! es más que una película para chicos.  Y digo esto porque, efectivamente, está en apariencia orientada a un público infantil (de hecho pude verla en el “Baficito”, sección dentro del “Bafici”).  Pero, como todo lo bueno orientado a los chicos, despierta varias lecturas, captura la mirada desde distintos lugares, inquieta y habla por sí misma.

Eep! es la historia de un granjero que sale como todos los días a hacer avistaje de aves y se encuentra con un pichón muy particular: el tamaño de un pichoncito de ave diminuto, con alas, pero con piernas y cara, como un bebé en miniatura. Luego de fracasar en la búsqueda del grupo de pájaros de donde se habría escapado esa extraña criatura, se lo lleva a su casa, donde lo espera su mujer. Y aquí comienza la verdadera historia.
Eep! es la historia de una mujer que quiere ser madre. Es la historia de una mujer grande (no es casual que la pareja de granjeros que encuentra al pajarito tengan cerca de cincuenta años -dato que, aunque no se menciona, salta a la vista-) que quiere ser madre a toda costa.  Que no ha podido ser madre (no sabemos por qué pero ellos viven solos en el medio del campo y jamás se hace alusión a ningún hijo ni pariente externo a esa granja -dato que tampoco puede ser casual-) y encuentra en un pájaro-humano la oportunidad de desplegar todos los tics de una madre primeriza (la sobreprotección, la preocupación por su futuro profesional) e intenta (aunque su marido, amante de las aves, se lo recuerde todo el tiempo) tapar todo rasgo no-humano de la criatura.

Con algunos rasgos de realismo mágico, la película otorga ciertas concesiones coherentes dentro de su universo, como el caso de la escena donde las vecinas le preguntan si es su bebé (lleva al pajarito, con las alas tapadas, en un coche de bebés) sin notar siquiera que el tamaño de ese niño es mucho menor al de un bebé pequeño.

Pero lo importante es lo otro, lo importante acá es cómo esta mujer aprende a ser madre sin serlo, aprende a ser madre olvidando a una niña -que en un tramo de la historia los acompaña, cuando la pareja sale a buscar al pajarito por todos lados, arrastrando (a lo “Mago de Oz”) a varios personajes que se suman al rastreo- en un pozo muy profundo, lleno de agua podrida y hedionda, y recordándolo, y yendo a rescatarla y olvidando por un momento su obsesión por el pájaro para hacerse cargo de esa niña a la que hasta allí no había prestado demasiada atención. Cómo aprende a ser madre sin serlo cuando entiende y apoya al rescatista grandote (otro de esos personajes que acompañan a la pareja en la misión) en su decisión de dejar escapar al pájaro, porque entiende lo que ese grandulón tiene que aprender y lo respeta en silencio, pero sigue queriendo encontrar a ese pájaro al que ella cree haberle enseñado a hablar. Cómo aprende a ser madre sin serlo cuando finalmente deja de luchar contra la naturaleza y acepta (lección fundamental para cualquier padre, de la especie que sea), y suelta, y permite la libertad, y deja ser a esa criatura que hizo las veces de hijo.

Y me permito sumar un concepto más a esta lectura: Eep! no sólo es una fábula sobre ese intento de maternidad, sino también sobre la identidad, sobre el llamado de la naturaleza a ser genuino, a respetar la singularidad de cada individuo, su camino personal dentro de su historia, que no tiene por qué regirse por patrones de “normalidad”.  Y esa también, por qué no, es una lección para esa “madre” que comienza lamentándose porque su “hijo-pájaro” no va a poder ser pianista y termina asumiendo la realidad y dejándose modificar, ella misma, por la naturaleza de su (singular) momento de maternidad.

Dato curioso: Por haber quedado en medio de un conflicto entre la directora y la producción, la directora dejó sin su nombre a la película (Ellen Smith es un seudónimo).  Esta confusión en la identidad (también) de la película es llamativa, a la luz de una película que sigue el trayecto de un personaje que no tiene nido.  En fin, un dato más.

Mi escena favorita: todas las del bombero, un personaje tonto y buenazo, muy de fábula infantil, que a pesar de su gigantez no deja de ser un niño.


3 comentarios:

  1. me ha traumado ésta peli, la niña es taaaan pequeña y dulce... :3

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  2. Yo no sabia ni ke pensar de la pelicula cuando la vi... Hasta que lei esta pekeña critica me hizo reflexinar y tiene toda la razon... Es muy buena la reflexion aunke algo confusa solo viendo la pelicula... La pekeña Kenadie Jourdin-Bromley ke hermoza criatura...

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  3. no tienen alguna liga para verla online quiero verla

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